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BLOG DE LA CT SANTA CLARA. HOSPITAL VIRGEN DEL ROCÍO

"Un blog hecho por todos y para todos"

lunes, 9 de abril de 2012

LAS RANITAS EN LA NATA      Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.      Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.      Una de ellas dijo en voz alta: "No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril".      Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.      La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo: "¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora".      Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.      Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.      Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.      Este es uno de mis cuentos favoritos de Jorge Bucay. El esfuerzo unido a la perseverancia hacen que superemos las dificultades en los objetivos que nos marquemos. No hay que "tirar la toalla" o resignarnos a la hora de realizar nuestros proyectos. Tenemos que luchar hasta el último momento y no dejarnos dominar por pensamientos negativos, como la ranita del cuento.      Bernabé Tierno, en su libro Hoy, Aquí y Ahora expone al respecto: "Cálzate los zapatos de la acción eficaz y ponte las gafas de la actitud mental positiva. Se trata de imaginarte en plena tarea haciendo, logrando y disfrutando aquello que te has propuesto. Si no crees en ti, si no piensas que puedes y no esperas al menos unos resultados aceptables, el éxito se quedará en el camino. Sin fe, confianza y constancia toda tarea es inútil."

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